Cualquier viaje a Las Vegas resulta incompleto, si no se visita el Gran Cañón del Colorado. Sin duda, es una de esas cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida. Sobrevolaremos el Gran Cañón con la mejor luz del día, aterrizaremos en el fondo donde brindaremos con champán y volveremos sobrevolando Las Vegas prácticamente de noche. Los traslados en limusina, completarán esta experiencia inolvidable.
Para los que ya hayan estado en el Gran Cañón o quieran jugar los máximos campos posibles, daremos la opción de conocer otro recorrido absolutamente inolvidable: CASCATA GOLF COURSE. Terminaremos este viaje impresionante cenando a casi 300 metros de altura, en Top of the World, un restaurante giratorio desde donde tendremos una vista 360º de Las Vegas.